Las leyendas vigentes en el municipio son las siguientes:
- Santa Bárbara estaba encerrada en un castillo por orden de su padre; para escapar, ella se vistió de hombre; esta dualidad de sexo se ha mantenido en el tiempo en el Cabildo de Santa Bárbara de Cruces Changó Bi, demostrándose el 4 de Diciembre, día en que la imagen de Changó, que está vestida de hombre desde el 31 de octubre, es cambiada de sexo y sacada del recinto vestida de mujer para iniciar la tradicional procesión. Esta dualidad de sexo tipifica al municipio.
- Un oricha que fue a cazar le traía lo obtenido a su mujer, quien quería saber de dónde era lo cazado y lo siguió guiándose por las gotas de sangre que caían en el suelo. Por esta acción el marido la castigó y le planteó que si ella quería sangre, sangre iba a tener, por lo que desde ese momento ella iba a sangrar mensualmente y de esta forma se originó la menstruación.
- Olofi estaba muy enfermo y siendo inútiles todos los brebajes y cocimientos hechos por todos los orishas, Elegguá le pidió a su madre que lo llevara a verlo, asegurando que él lo cuidaría; por el camino Elegguá recogía hierbas específicas, ya que las conoce, así como los secretos del monte, e hizo un brebaje que Olofi bebió con una larga mueca en su rostro; repentinamente Olofi comenzó a curarse y díjole a Elegguá: “siendo tú el más chiquito y mi mensajero, serás el más grande en la Tierra y en el cielo, sin contar contigo nunca será posible hacer nada. También Olofi accedió a que fuera saludable y a que comiera ante los otros orishas, así como ser el primero al entrar a la casa.
- Cierto día estaban dos grandes amigos jugando, ellos se habían jurado jamás pelearse y ni dejar de ser amigos, pacto en el que ninguno estaba interesado en incumplir, y cuenta la historia que Elegguá se vistió para un lado de rojo y para otro de negro, y al pasar entre los dos amigos uno lo vio de rojo y el otro de negro; esto dio lugar a una discusión entre ambos que concluyó con su hermosa amistad, ya que uno decía haberlo visto negro y el otro rojo. Esto es parte de la faceta de Elegguá, creó entre dos amigos que se habían jurado una gran amistad, la no deseada inamistad, esto refleja las dos caras con las que se presenta este orisha.
- Dos hermanos indios, Juan y Rodrigo de Hoyos y un niño esclavo, criollo, llamado Juan Moreno, todos ellos trabajadores siervos del hato de Barajagua en la antigua provincia de Oriente, fueron enviados por su amo, en busca de sal a la costa norte de ese territorio. Se cuenta que su misión se veía impedida por una borrasca que duró varios días, debiendo esperar se calmara el mar para decidirse a viajar por vía marítima hasta el punto de la costa donde recogerían el producto que les interesaba. Ante la calma que se produce el cuarto día se deciden a realizar la necesaria travesía y estando alejados ya de la costa a golpe de remos descubren sobre una tabla pequeña el busto de la Virgen que milagrosamente flotaba sobre las olas sin mojarse sus vestiduras. Los sorprendidos marineros recogieron la imagen y la tabla y descubrieron en ésta última una inscripción que decía: “Yo soy la Virgen de la Caridad”. Luego regresaron a tierra y depositaron la imagen en un cobertizo que al parecer poseían los indígenas de aquella región costera, siendo éste el primer templo dedicado a la imagen milagrosa, la que posteriormente fue trasladada para el poblado minero del Cobre, cerca de la ciudad de Santiago de Cuba, donde la encontramos hoy.