Desde el Triunfo de la Revolución se ha mantenido una estratégica preocupación por el desarrollo de la cultura física y el deporte, como manifestación plena del mejoramiento físico y espiritual del pueblo cubano, que por primera vez en su historia accedía a tan acabada manifestación de la cultura. Esto se manifiesta en toda su vigencia, no solo en que está refrendado en la legislación vigente, la cual recoge las ideas de Fidel y el Programa del Moncada, sino también en la experiencia adquirida durante estos años, sus éxitos, el tipo de sociedad que ha generado, las políticas sociales del Partido y el Gobierno Cubano y en aquellos documentos contentivos del desarrollo del INDER.
La práctica de actividades deportivas, físicas y de recreación en forma masiva ha de promover una ciudadanía sana, vigorosa y carácter firme, preparada para la defensa y el progreso del la Patria y con un profundo sentido de sus deberes cívicos.